Julieta Venegas regresó a CDMX en sus dos presentaciones en el Teatro Metropólitan del pasado 25 y 26 de noviembre. La emoción se sentía por todo el escenario, muchas expresiones y un mismo sentimiento.

Escuchar sobre Julieta Venegas puede ocasionar variedad de reacciones dependiendo de la generación. Sin embargo, hay algo que queda claro al hablar de ella, y es esa transcendencia, impacto, evolución y estadía. Si me preguntan a mí, pienso en elegancia cuando me preguntan sobre ella.

La Magia del Teatro

Esa sensación de elegancia se sintió desde el momento uno. Y queda más que claro al estar en el Metropolitán. El recinto se prestó en todo momento para la llegada de Julieta, Girl Ultra (Abriendo la presentación) y lo asistentes. Que fue parte de lo que llamó mi atención, todo tipo de personas. Desde gente mayor, varias familias, parejas y hasta gente de otros países. Todos reunidos por la música de Julieta.

Durante la llegada de los asistentes, Girl Ultra tomó el escenario y cantó algunas de sus canciones. Entre ellas “Punk” con Little Jesus, “Bombay” y “Nada que hacer”. Fue mi primera vez en el Teatro Metropolitan, me emocionaba la idea de un concierto dentro de un teatro. Más porque la misma arquitectura del edificio se
encargaba de crear el ambiente para ello. Y el escenario creaba un contraste entre la naturaleza del recinto y la actualización de este. Había un set de iluminación que desconozco si es que se utiliza para todos los artistas, pero este creaba algo único. Algo que vi con Girl Ultra pero que Julieta aprovechó al máximo.

Julieta: una leyenda en el escenario

Los gritos de emoción no pararon con la llegada de Julieta al escenario, pero era un tipo de emoción diferente. Una emoción de cercanía que pocas veces había visto. Y más cuando se estaba en un teatro. Con un setlist de 26 canciones poco a poco la gente y el ambiente crecía. Uno de sus primeros cambios fue con la
interpretación de “Bien o Mal”. Donde la parte baja del recinto (y seguramente la alta también) se levantó de sus asientos para acompañar a Julieta con regocijo. Esto se dio a lo largo del espectáculo y fue maravilloso de ver. Había una enorme intimidad a pesar de estar en un gran teatro.

Por parte del escenario, las luces permitían iluminar el ambiente para Julieta y la banda que la acompañaba. Por momentos las luces del escenario y las dos del balcón se encargaban de solo enfocarla logrando momentos muy especiales. Como si de una deidad fuera la detrás del micrófono, iluminada con la luz del cielo.

Por otra parte, Julieta se tomó el tiempo de hablar sobre México, de cómo le gusta de estar con sus fans. Y en varios momentos inició conversación para hablar de la situación de la mujer en el país y hacer una reflexión. Donde la gente escuchó con atención y acompañó canciones como “Caminar Sola” y “Mujeres”.

Vernos de Nuevo Tour

La presentación de Julieta Venegas en “Vernos de Nuevo Tour” fue algo muy lindo de ver. Es claro el talento y la trayectoria que ha creado con el paso de los tiempos. Fue un espectáculo con mucha cercanía y con demasiada tranquilidad.

Julieta de un momento a otro pasa de solamente cantar, a acompañarse con un teclado, un ukulele o con su característico acordeón. La dinámica tuvo ritmo y nunca perdió esencia, más por el gran público que la acompañó y disfrutó de todo lo que tuvo que dar en el escenario.